Amapola; Tan hermosa y tan frágil. Pero el viento sopla y la tormenta pasa, y tu sigues de pié.
Un humano viene y fascinado te observa. Al día siguiente también viene y se sienta a tu lado.
Cuenta que solo se siente bien, pero que acompañado mejor.
Al siguiente día viene te observa otra vez. Y observa que te falta un pétalo, por la tormenta de esa noche. Entonces se agacha y te arranca de tu lugar.
Y se va alejando, paso a paso, y te va arrancando tus pétalos. Y ya cuando no queda ninguno te tira al suelo.
Y lentamente de pena mueres.
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